El adoctrinamiento peronista en las universidades nacionales, especialmente en las carreras de sociales, de humanidades y en las cátedras de historia, existe. No es una mentira oficialista.
Yo no podría estar más lejos de Milei y estoy en contra de su ataque a la educación pública. Pero el adoctrinamiento peronista también es un ataque a la educación pública y tiene que ser denunciado y combatido, igual que el desfinanciamiento.
El adoctrinamiento no tiene que ser autoritario ni en la forma de un docente bajando línea y unos alumnos aceptando todo pasivamente. El adoctrinamiento peronista viene desde el gobierno de la universidad y desde el diseño de las currículas, con la elección (y exclusión) de la bibliografía. Los docentes están en la posición de ejecutar ese programa o sufrir las consecuencias. Así que rara vez se cumple la libertad de cátedra por la que luchó la Reforma Universitaria (el peronismo siempre estuvo en contra de los principios de la Reforma).
Los docentes que se niegan a participar del adoctrinamiento peronista son castigados mediante mecanismos institucionales y extra-institucionales. Obviamente los docentes que participan gustosos del adoctrinamiento, por coincidencia ideológica o por los beneficios, van a decir que es todo una mentira de "la derecha".
La izquierda y el progresismo que denuncian el desfinanciamiento pero que no denuncian el adoctrinamiento peronista e incluso niegan su existencia, pierden toda credibilidad ante el pueblo.